miércoles, 17 de septiembre de 2008

El viejo y poco esuchado sentido común

Al final del día, así como no hay mejor lugar que casa, no existe un mejor compañero que el sentido común. Los números, las palabras, los argumentos usando ambos elementos, e incluso la coherencia de lo que uno diga no son nada más que herramientas. Nada más. El sentido común, si uno lo sigue bien, termina siendo mejor que cualquier metodología, paper de un Phd o tarotista que te lea la vida a partir de un naipe o borra del café (elemento que sirve más como abono de plantas que lectura del futuro).

Otra cosa es que uno siga este elemental mandamiento, omitido inexplicablemente en los 10 mandamientos, reclamo que Moisés olvidó hacerle a Dios, cuando recibió de éste las tablas de la ley sobre el monte Sinaí. Si él, que liberó a los judíos de Egipto, cayó, cómo uno no lo va a hacer algo más que de vez en cuando. En el caso de los mortales comunes y corrientes, cuando se acumulan pequeñas dosis de poder -y se comienza a perder el sentido de las cosas-, la ausencia de un Dios al cual confesarse y tenerle algo de respeto -el primer paso para tomarse en serio y creerse más de lo que uno es-, hay que andar con mucho cuidado porque uno comienza a jugar con cosas que no tienen repuesto, como diría Serrat (es la misma canción de la que hablé hace unos posteos, por si acaso).

No es que la víspera de un 18 -un equivalente microscópico de un Agosto español- me haya endieciochado antes de tiempo o que una mañana predieciochera me haga creerme profeta, encender el ventilador de las tonteras y dispararlas a la bandada (o a lo mejor sí). La cosa es que algo pasa que tipos de cierta inteligencia cuando tienen algo de poder se vuelven como periodistas futboleros antes de un partido de Chile. Algo pasa con algunos diputados de pasado mejor. Uno puede entender que, en función de intereses específicos de sus votantes, propongan proyectos de ley que de antemano son un saludo a la bandera o que ocupen la hora de incidentes para ello. (A modo de defensa de los honorables, ésta es una hora en que casi ningún honorable suele estar presente por estar negociando cosas más útiles en la cafetería, momento en que al mismo tiempo, es una sala semivacía con solitarios diputados hablando más de lo humano que lo divino y que suele estar enfocada y mostrada por T.V). Pero otra cosa es ponerse a legislar, perdón por la expresión, huevadas.

La última perla de este cofre de tonteras la proporcionó un parcito que se ha vuelto de antología en estas materias, como son el ex PPD Álvaro Escobar (¿se puede ser ex de algo que es igual a nada?) y el PS-díscolo, Marcos Enríquez: un proyecto que busca obligar a que los artistas extranjeros estén obligados a tener un telonero chileno. De lujo. Bajo esta lógica Franz Ferdinand jamás habría tocado en Chile (uno de los pocos grupos interesantes en ese monumento al mal gusto llamado Festival de Viña) o R.E.M., del que ya tengo la entrada, jamás tocaría en Chile. Incluso a la tontera de Madonna, que estos mismos ilustres fueron hasta a La Moneda -con cámaras de T.V. por supuesto- para que la señora cantara en el Nacional. Con semejante requisito y brillante idea, se haría más difícil aún hacer conciertos, lo que los sería aún más caros por lo difícil de hacer. Aunque duela, acá hay mercado libre para rato, y este medida es un subsidio ridículo, como el de los extranjeros en el fútbol (basta ver a los ingleses, que desde que llegaron extranjeros aprendieron que el fútbol se juega mejor a ras de piso)

Respecto de los autores, respecto a Álvaro Escobar no hay tanto drama. En su caso, la culpa no es del chancho, sino de quien le dio de comer: el PPD. El actor no es más que el síntoma de una política sistemática seguida por un partido que por poner a cualquiera que puede ganar un escaño, lo hace sin pensarlo dos veces. Pero algo raro pasa con Marco Enríquez guión Ominami. Antes de llegar a ser diputado apadrinado por su padre político (en un cupo del partido de su padre y en un distrito perteneciente a la circunscripción de su padre), era un agudo observador de nuestro chilito. Con (o sin) razón, era agradable saber de sus ideas, como cuando hizo un documental "Los héroes están fatigados" (fuera de las cosas técnicas, cuando encara a Oscar Guillermo Garretón es un momento notable, lo que no sé si aparece en el video que está abajo).



Pero algo pasó que se puso no sólo a hablar tonteras (costo inevitable de quien habla o escribe) sino que a hacerlas, como un proyecto destinado a tener periodistas más cultivados. El listado completo se puede ver en las mociones que se presentan en el Congreso.Tres posibles hipótesis de causales de ello: a lo mejor ello ocurrió cuando se puso el poncho de díscolo, cuyos integrantes no suelen decir cosas muy inteligentes, quizá por sentirse acorralados por la directiva del PS. Quizá porque el trabajo de diputados es agotador, tanto física como neuronalmente; el efecto de trabajar en horarios que no sé si muchos aguantarían y por tanta huevada que deben de escuchar en sus visitas distritales (y de sus mismo compañeros de hemiciclo, afectados por las mismas condiciones), a la que por educación y deferencia a posibles votantes de su reacción deben escuchar sin chistar); tener como esposa a una periodista de T.V.
La respuesta a ellas, las invalida de inmediato como hipótesis:a) La idiotez no es patrimonio de los díscolos. Fulvio Rossi, que no lo es, tiene frases para el oro, como cuando comparó a familiares de detenidos desaparecidos con narcotraficantes en el 2003, todo porque se juntaron con gente de la UDI. Tampoco es exclusividad de los socialistas. b) Si, pero tener mucho trabajo no atenua la tontera. c) La idiotez no es patrimonio de los periodistas de T.V., menos de los periodistas. Difícil de creer, pero por cierto, la mujer que uno tenga al lado no lo hace a uno más inteligente o idiota, sólo feliz o infeliz.Como me quedé sin hipótesis, estoy sin respuestas. Sólo la duda y la verguënza ajena de ver tonteras a diario. Moraleja: queda la luz amarilla del sentido común y lo fácil que en algún minuto puede ser llegar a perderlo.