lunes, 17 de noviembre de 2008

Rarezas

Cosas raras han pasado desde el último posteo hasta hoy. Pasan en la vida, y también todos los días. Pero no sé por qué, quizás de fijado, han pasado varias en los últimos días o semanas. La “U” pierde tres a cero en Calama, Racing perdió ayer con el gol más raro que recuerdo, al menos desde el penal que eliminó a Brasil del Mundial de México’86. La farándula, alimento para sacar la vuelta en una jornada laboral, dice que los implantes de silicona se lo hacen niñitas que con suerte han terminado la media. Me hice seguidor de una serie transmitida por un aborrecido canal de series –Two and a Half Men-, The Film Zone se puso un canal casi familiar por las noches, tras ver casi un año Mala Conducta me perdí el capítulo final y hoy mi programa favorito lo dan en un canal por definición bodrio, ”los 80”.
Partiendo de la base que es feo pelar a los muertos, los homenajes a quienes se han transformado en polvo y abono para los plantas han rayado casi en el tropicalismo que nos gusta subrayar de Chávez o al hablar de los peronistas. En estos días asistimos a la banalización más absoluta de la palabra memorial, a propósito de Jaime Guzmán, sin dejar de mencionar los homenajes a Ricardo Claro. Sin Kioto que pueda enviar Claro desde la ultratumba, Piñera parece que está a punto de ganar la Presidencia sin subir en las encuestas de manera importante desde el año pasado –ojo con la pregunta “Quien le gustaría que fuera Presidente”-, aun cuando otras preguntas que indican que ganará por paliza el próximo año. Bueno, las encuestas hay que mirarlas de primera fuente, no por los diarios.
Entrando ya en la política, si bien la política siempre ha sido más compleja y absurda que en los libros de consulta, la elección municipal sigue dejando mensajes rarísimos. Una derecha que ganó sin sumar votos más, una Concertación que muestra sus hilachas como pocas veces. Candidatos con dudas hamletianas sin son o no, con un Frei que parece más progresista que Lagos (partiendo por saber qué diablos es ser progresista, una cosa más rara que Chile ganándole a Argentina en el fútbol). Todo el mundo se cree Obama, pero aquí los “negritos de Harvard” serían equivalente a que un hijo de La Pintana fuese el presidente de la Sofofa. A lo mejor es el efecto de tanto Phd titulado de universidad gringa que quiere que Chile sea EE.UU., aún cuando allí pasen los mismos absurdos que suelen pasar acá.
Estamos ante la elección más trascendente desde 1988, pero todo lo que sucede en ese extraño mundo que es la política, parece más de marcianos que nunca. Hasta la inflación está rara. Suben las papas, el pan, o las cuentas, pero los celulares o los computadores están –dentro de lo que han cobrado siempre- baratos. Incluso hasta las mismas rarezas son extrañas, donde encontrar la palabra exacta para describirlas deja más dudas que al principio, cuando uno recién se hace las preguntas.
Raro habría sido que ver a REM hubiese sido un mal concierto, que ver a Serrat y sentirlo cantar como si estuviese a dos metros fuese una frase hecha. Las mujeres en primavera siguen teniendo ese qué sé yo que sólo tienen en primavera, las cuentas aparecen siempre entre el 3 y 5 de cada mes, después del lunes vendrá siempre el martes y el reloj –salvo que salga de vacaciones-sonará a las siete aunque uno se levante apurado media hora después.